Brevemente un sueño

Anoche tuve un sueño…
Parecía remontarme a la época de Cristo. Me veía a mi misma vestida con telas claras y holgadas, con una especie de cinturón a la cintura, con una túnica sencilla que me permitía moverme con facilidad. Junto a mi estaba un hombre que si bien no era la imagen comercial de Cristo o de un apóstol, se le parecía mucho. Un hombre apiñonado, de cabello rizado y barba corta, vestido de una manera muy similar a la mía.
Estábamos pescando. Entre los dos tomábamos extensas redes de pesca y las aventábamos al mar y podía sentir en las manos los cordones de seda con la que estaba hecha. Era una red vieja, manchada y oscura, que veía pasar al lado mío al arrojarla y hundirse en el mar con mucha velocidad.
Casi de inmediato empezamos a jalarla para sacar el fruto de nuestro trabajo. Estaba extremadamente pesada y hacíamos un esfuerzo considerable luchando contra nuestra presa que luchaba a la par.
Y justo cuando veía que la red parecía tomar forma, pues teníamos casi ganada la batalla y el pez estaba junto a nosotros a punto de salir, sentía una ansiedad insoportable y le decía al pescador junto a mí: “Espérate tantito, espérate, me está picando un moco”. Por lo que él volteaba a verme con cara de incredulidad y me decía: “¡jala!” y yo: “espérame, espérame” (mientras me picaba la nariz y finalmente volvía a agarrar las redes).
Creo que no soy la persona más respetuosa de los rituales, ni las ceremonias… mucho menos dormida